domingo, 19 de julio de 2015

El Dolor Abdominal

El dolor es una experiencia emocional y sensorial, desagradable que puede experimentar cualquier ser vivo que cuenta con un sistema nervioso central en perfecto estado. Generalmente éste se ve asociado a un daño tisular o se manifiesta como si existiera dicha lesión.

El termino abdomen agudo se refiere a un cuadro grave de emergencia médica, caracterizado por síntomas y signos localizados en el abdomen, y que hacen sospechar la existencia de una enfermedad severa que afecta a alguno de los órganos intraabdominales.



El dolor se deriva de dos vías:
  • Sistema nervioso autónomo (SNA) que controla el dolor visceral.
  • Sistema nervioso central (SNC) que controla en el dolor parietal o de pared.
Existen 5 mecanismos que provocan el dolor abdominal:
  1. Isquemia
  2. Distensión
  3. Traumas
  4. Irritación Química
  5. Irritación Bacteriana

De acuerdo con su fisiopatología el dolor clínico puede ser: 
1. Nociceptivo también llamado Inflamatorio, que es el producido por una lesión tisular que desencadena la liberación de sustancias químicas que estimulan directamente a los nociceptores.
2. Neuropático debido a la lesión de alguna porción del Sistema Nervioso
3. Mixto cuando se combinan los dos anteriores. 
3. Idiopático si no se puede determinar el mecanismo causal

El dolor nociceptivo se divide, de acuerdo con la localización de la lesión que lo produce, en: Somático y Visceral. El dolor somático es superficial cuando la lesión causante del dolor se localiza en la piel, o en el tejido celular subcutáneo, y profundo en el caso de los dolores del sistema ósteo-músculo-articular. El dolor visceral es aquel que tiene su origen en las vísceras de las cavidades craneana, torácica o abdominal.

El dolor neuropático se divide en periférico, si la lesión afecta los nervios periféricos, y central, cuando la lesión altera alguna estructura del neuroeje. En la actualidad se está popularizando la tendencia a llamar dolor neuropático, solamente al dolor periférico, y dolor central, sin el calificativo de neuropático, al dolor causado por lesiones en el neuroeje. Sin embargo, los mecanismos fisiopatológicos de estos dos tipos de dolores pueden ser similares.

Dolor visceral
Tiene características clínicas que lo hacen diferente al dolor somático : es difuso y pobremente localizado, se refiere a otros lugares diferentes al sitio de origen, y se acompaña de reflejos motores y vegetativos, como nauseas y vómito. No todas las vísceras desencadenan dolor, por ejemplo, el hígado, el riñón, la mayoría de las vísceras sólidas y el parénquima pulmonar son insensibles al dolor.

El dolor visceral es transmitido por fibras de tipo C y los mecanismos que excitan los nociceptores viscerales son: isquemia, espasmo o distensión de una víscera hueca y estímulos químicos específicos. La isquemia genera liberación de catabolitos viscerales, por ejemplo iones ácidos, kininas, enzimas proteolíticas, etc., que conforman una clase de sopa inflamatoria activadora de los nociceptores. El espasmo o la distensión de las paredes viscerales, al parecer, generan dolor debido a la producción de isquemia relativa en los tejidos comprometidos. Finalmente, hay diversas sustancias químicas, ácidas o alcalinas, que pueden ocasionar irritación y verdadera necrosis química en los tejidos viscerales; tal es el caso del jugo gástrico o del jugo pancreático liberados a la cavidad abdominal en caso de lesiones como la perforación de una úlcera gástrica o la pancreatitis aguda.

El dolor Parietal
Tiene ciertas características que lo diferencian del dolor cutáneo y del dolor visceral. El dolor muscular se percibe como calambre, como cansancio o, en algunos casos, como ardor localizado. Es mal localizado y habitualmente se refiere a otros tejidos somáticos profundos, por ejemplo, a la articulación sobre la cual actúa el músculo.

El dolor de los músculos y ligamentos espinales puede referirse a los miembros y alrededor de la pared torácica, sin que haya compresión de raices nerviosas. Además, en varios casos, el dolor de los tejidos musculo-esqueléticos profundos puede referirse a patrones segmentarios conocidos como esclerotomas.

El dolor muscular puede ser ocasionado por lesiones directas del músculo como traumas o ruptura de fibras musculares, por fatiga debida a ejercicio excesivo o por isquemia. En este caso el dolor aparece cuando el músculo realiza ejercicio y obliga al paciente a suspenderlo, produciendo el cuadro clínico de claudicación intermitente. 


Signos de Dolor Abdominal:
Signo de Aaron: Dolor o angustia en la región de epigastrio o la precordial, al presionar el punto de McBurney.
Signo de Bassler: Dolor agudo al presionar el apéndice contra el músculo ilíaco.
Signo de Bastedo: Dolor en la fosa ilíaca derecha al insuflar el colon con aire.
Signo de Blumberg (de Owen): Dolor al descomprimir bruscamente la región cecal.
Signo de Brittain: Retracción del testículo derecho al palpar el cuadrante inferior derecho del abdomen.
 Signo de Brown (de gravitación): El agravamientos, ya sea en extensión, dolor o rigidez, del área dolorosa después de 15 a 30 minutos, acostado sobre el lado sano.
Signo de Cope (del Obturador): Dolor en la región apendicular al rotar hacia adentro el miembro inferior derecho flexionado.
Signo de Chase: Dolor en la región cecal al pasar la mano rápidamente por el colon transverso, de izquierda a derecha con la otra mano, sujetando el colon descendente.
Signo de Chutro: Desviación del ombligo hacia la derecha.
Signo de Deaver: Dolor abdominal al toser o respirar profundo el paciente.
Signo de Donnelly: Dolor al presionar por encima y debajo del punto de McBurney, con la pierna derecha en extensión y aducción.
Signo de Dubard: Dolor por la compresión en el cuello del nervio vago derecho.
Signo del Femoral: Dolor por debajo del arco crural derecho al comprimir la arteria femoral.
Signo de Guéneau de Mussy: Dolor difuso a la descompresión brusca en cualquier región del abdomen.
Signo de Holman: Percusión dolorosa del abdomen.
Signo de Horn (de Ten Horn): Dolor a la tracción moderada del testículo y el cordón espermático derechos.
Signo de Iliescu: Si al comprimir el nervio frénico en el cuello, a ambos lados del triángulo que se forma por las ramas de origen delesternocleidomastoideo, aparece alivio del dolor, indica lesión supradiafrgmática.
Signo de Jacob: Dolor a la descompresión brusca en la fosa ilíaca izquierda.
Signo de Kahn: Bradicardia asociada al cuadro abdominal.
Signo de Lapinsky (de Jaborski, de Meltzer, del psoas): Dolor al comprimir el punto de McBurney con la pierna derecha extendida y elevada. También se conoce como el dolor en la fosa ilíaca derecha al extender esa pierna con el paciente acostado sobre el lado izquierdo.
Signo de Lockwood: Borborigmos repetidos en la fosa ilíaca derecha comprimida durante más de 4 minutos.
Signo de Lennander (de Madelung): Temperatura rectal elevada 0.50C o más, con respecto a la axilar.
Signo de Mannanberg: Acentuación del segundo ruido cardíaco relacionado al cuadro abdominal.
Signo de Mastin: Dolor en la región clavicular relacionado al cuadro abdominal.
Signo de Meltzer: Dolor al presionar el punto de McBurney con la pierna derecha extendida y elevada.
Signo de Morris: Presión dolorosa sobre el punto de Morris. Se sitúa a 4 cm del ombligo en una línea que va de éste a la espina ilíaca anterosuperior.
Signo de Mortola (de Dieulafoy, de hiperalgesia cutánea, reflejo peritoneo-cutáneo de Morley): Aumento de la sensibilidad dolorosa al pellizcar la piel o pasar el bisel de una aguja por la zona triangular delimitada desde el ombligo a la espina ilíaca antero-superior derecha y de allí al pubis (Triángulo de Livingston).
Signo de Ott: Sensación dolorosa de estiramiento dentro del abdomen, estando el paciente en decúbito lateral izquierdo.
Signo de Piulachs (del pinzamiento del flanco): Al pinzar con la mano el flanco derecho del paciente, el dolor no permite cerrar la mano.
Signo de Priewalsky: Disminución de la capacidad de mantener elevada la pierna derecha.
Signo del psoas: Sensibilidad al presionar el músculo psoas derecho.
Signo de Reder: Punto doloroso por encima y a la derecha del esfínter de O'Beirne* al realizar el tacto rectal (*bandas de fibras musculares en la unión colorrectal).
Signo de Richet y Nette: Contracción de los músculos aductores del muslo derecho.
Signo de Roux: Sensación de resistencia blanda por la palpación del ciego vacío.
Signo de Rovsing: Dolor en la fosa ilíaca derecha al presionar un punto equivalente al de McBurney en el lado izquierdo, de modo que los gases del colon se desplacen hacia el ciego.
Signo de Sattler: Dolor al presionar el ciego en un paciente sentado con la pierna derecha extendida y elevada.

Signo de Soresi: Dolor en el punto de McBurney al toser con las piernas flexionadas y con la flexura hepática del colon comprimida en espiración profunda.
Signo de Tejerina-Fotheringhan: Dolor en la fosa ilíaca derecha al descomprimir bruscamente la fosa ilíaca izquierda.
Signo de Tressder: Alivio del dolor con el decúbito prono.
Signo de Volkovitsch: Relajación muscular notable en la fosa ilíaca derecha.
Signo de Wadrenheim-Reder: Dolor al palpar la región ileocecal en un tacto rectal.
Signo de Wynter: Abdomen inmóvil.


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